El shabby chic se caracteriza por una paleta de colores suaves y románticos. 

Opta por tonos blancos, cremas, suaves rosas y azules empolvados. 

Estos tonos crean un ambiente acogedor y luminoso, proporcionando la base perfecta para la decoración shabby chic.

Los muebles desgastados son la esencia del estilo shabby chic. 

Se pueden comprar muebles nuevos con la técnica del desgaste, o bien se puede buscar piezas vintage con detalles intrincados y líneas curvas, ya desgastados o aplicar un proceso de reciclaje al mismo para obtener muebles con este estilo.

No hay que temer mezclar diferentes estilos y épocas; la clave está en lograr una armonía desenfadada.

A la hora de los detalles, decorar, con telas floreadas, por ejemplo tapizando un par de sillas, banquetas o bancos con la madera desgastada.  

Las flores desempeñan un papel fundamental en la estética shabby chic. 

Incorporar arreglos florales en jarrones de porcelana antigua o en floreros de cristal. 

Combinar texturas con mantas tejidas, fundas de sillones, cojines bordados y cortinas de encaje para añadir capas de encanto a tu espacio.

Los detalles marcan la diferencia en el estilo shabby chic. 

Utilizar espejos antiguos, marcos desgastados, candelabros y lámparas vintage para añadir un toque de sofisticación. 

Añadir elementos de hierro forjado y detalles de encaje para completar la atmósfera romántica.

Bueno ya hemos visto que el estilo shabby chic abraza la belleza de lo desgastado. 

Se puede dar nueva vida a muebles antiguos, con la magia de lo desgastado, como bibliotecas, mesas auxiliares, mesas ratonas, sillones, marcos de cuadros, marcos de fotografías, adornos en madera, adornos en cerámica, macetas, ventanas, puertas, y estantes, con un toque de pintura desgastada o decapada. 

Una de las técnicas de desgastado, es la de upcycling u otras similares, sirven perfectamente para transformar objetos olvidados en piezas centrales encantadoras.

En conclusión, decorar el living con estilo shabby chic es como contar una historia de amor atemporal.

Combinar la elegancia desgastada con la nostalgia encantadora para crear un espacio que invite a relajarse y disfrutar de la belleza sutil de la vida cotidiana.